ATEROESCLEROSIS

Qué es     


 Las arterias son vasos sanguíneos que se encargan de llevar la sangre rica en oxígeno al corazón y a otras partes del cuerpo.
Cuando los revestimientos interiores de estas arterias se llenan de grasa, colesterol y otras sustancias que van formando una placa que las obstruye, aparece la ateroesclerosis.  
Al formarse esta placa, la pared de la arteria aumenta y pierde su elasticidad. Uno de los problemas que presenta esta enfermedad es que tiende a desarrollarse con bastante rapidez. La ateroesclerosis afecta a las arterias tanto medianas como grandes.

Síntomas
       Al comienzo de la aterosclerosis los síntomas son prácticamente nulos y no comienzan a aparecer hasta que la obstrucción en las arterias es grave. Cuando esto ocurre, aparece un dolor fuerte en el área afectada.
      Estos síntomas suelen presentarse cuando el flujo sanguíneo a una parte del cuerpo se vuelve lento o se bloquea. Puede provocar dolor torácico dificultad a la hora de respirar.
      Las zonas de afectación más frecuentes son el corazón, la carótida, las arterias cerebrales y las de las extremidades inferiores.
      En algunas personas los síntomas se aparecen cuando están en reposo y en cambio, en otras, sólo aparecen cuando realizan algún tipo de actividad.

Diagnóstico

      En primer lugar, para diagnosticar la aterosclerosis, el especialista llevará a cabo un examen físico para comprobar los síntomas del paciente, y, además, realizará una de las siguientes pruebas o, dependiendo del caso, una combinación de las mismas:
  • Cateterización cardíaca: Se inyecta un contraste en la arteria coronaria afectada y, a continuación, se realiza una prueba de rayos X. Sirve para localizar los lugares en donde hay estrechamientos u obstáculos y otro tipo de irregularidades.
     
  • Hacer una prueba de ultrasonidos, llamada Doppler, consistente en enviar ondas sonoras a los vasos sanguíneos para valorar el flujo de la sangre. Si este sonido es débil o nulo, significará una obstrucción en la arteria.
     
  • Contrastar la presión de la sangre en los tobillos y en los brazos para delimitar si existe una buena o mala circulación en la sangre. Si la diferencia de presión es grande, eso significaría que el paciente presenta aterosclerosis.
     
  • Realizar un escáner nuclear cuando el paciente está reposando, o bien después de haber llevado a cabo una actividad física; esta prueba puede revelar qué áreas del corazón no están recibiendo suficiente sangre.

Tratamientos


      El tratamiento puede variar de una persona a otra debido a la edad o el estado de salud, y dependiendo de donde se encuentre localizada la aterosclerosis. Pero, por lo general, el procedimiento para tratar la aterosclerosis es:
  • Modificar y disminuir los hábitos propios del paciente: Reducir el colesterol, el tabaquismo o la falta de ejercicio.
     
  • Administrar distintos tipos de medicamentos, como anticoagulantes para prevenir la formación de coágulos, o medicamentos antiagregantes plaquetarios para reducir la capacidad de adhesión de las plaquetas, ya que éstas producen coágulos.

    También se pueden recetar medicamentos para disminuir la presión arterial y el colesterol.
     
  • Tratamientos quirúrgicos como la angioplastia, que abre las arterias obstruidas, o un bypass de la arteria coronaria que se utiliza en los pacientes que tienen angina de pecho debido a la obstrucción en las arterias coronarias.


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Autor de la entrada: Francia Berrio Acosta




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